Mis reflexiones sobre el encuentro
En Catia, acabamos de terminar lo que hemos llamado “Encuentro de nuevos líderes por el cambio”. Ha sido un encuentro de gente común. No había, ni fueron invitados, estrellas de televisión o consentidos de elite alguna. Solo asistieron simples vecinos de Catia. Pero cada uno de ellos, con una clara conciencia de la necesidad de asumir el rol de ser lideres locales. A continuación, quiero compartir con ustedes algunas conclusiones e ideas debatidas en este maravilloso encuentro.
Primero recuperarlos, luego fortalecerlos.
Hace unos días, un dirigente oficialista con gran severidad me increpo en medio de un grupo camisas rojas, de la manera siguiente: ¿Por qué tu que hablas de cambio, estas en un partido político como UNT? ¿Qué no ves que esta lleno de defectos?…
A este revisor se le respondió así:
Los partidos políticos en Venezuela son franquicias en manos de elites cerradas que consideran a la democracia interna un peligro para su permanencia. Sin embargo, la solución no es destruir a los partidos, sino recuperarlos para ponerlos en manos de la gente. En otras palabras, la primera tarea no es fortalecerlos (a los partidos), sino ponerlos en manos de la gente, contaminándolos con el virus de la democracia interna… y luego ¡si!… Fortalecerlos…
Es preciso aclara que una de las cosas mas pesadas que el llevado sobre mis hombros, es el compromiso de seguir mis ideales. Y ya que he asumido el reto de incursionar en la política, esta página debería servir entre otras cosas para que todos ustedes velen que no flaqueé en ese reto.
Entre esos ideales, quiero mencionar un principio que siempre me meterán en problemas. Es la obligación moral de siempre criticar lo que considere incorrecto. Y es que reconozco que muchas veces seria mejor callarme la boca, pero hacer política tomando el atajo que nos aleja de nuestros ideales, no puede ser una alternativa para los nuevos políticos que surgen en el país.
¿Por qué critico a la propia elite de mi partido? Porque es un deber con ellos, y porque mi partido debe mejorar.
¿Estoy en contra de mi partido por criticar? NO, estoy en contra que lo desvíe de su norte.
¿Cuál es el norte de mi partido? El detallado en su documento ideológico… Un documento que no dice nada de “satisfacer las aspiraciones personales de alguien”.
De manera que, inicio una etapa crítica. Porque todos los que tenga como norte la construcción de un cambio, deben mirara de frente la realidad, por muy dura que esta sea. Solo en base a la critica, podemos evolucionar positivamente.
Definición de Autocritica:
Capacidad de distinguir los propios defectos y de, enfrentándolos, proponerse hacer lo mejor posible para que éstos no se sigan repitiendo. Es la capacidad de auto evaluarse y de ser sincero/a con uno mismo, admitiendo que nadie es superior que los demás (salvo Dios) y que todos tenemos errores, por lo que debemos esforzarnos para ser mejores y así, con la autocrítica, se puede ir madurando cada día más.
Casi al final del bulevar de Catia, un hombre de unos 50 años de edad se esmera gritando consignas políticas a favor del presidente Chávez, en medio de buhoneros que le ignoran por estar pendientes de cuidar sus mercancías y la posible llegada de la policía. Cerca de el, en las bancas del paseo, numerosas personas lo miran de vez en cuando, con aire de aburrimiento, pero pese a los gritos del viejo, la atención de todos se centra en la diaria batalla “policías vs buhoneros”… Vestido con el uniforme de rigor, camisa y gorra roja, el aparentemente desequilibrado hombre, periódicamente recibe los improperios de algún transeúnte para que se calle, pero eso solo ocasiona que grite con más fuerza… ¡Con Chávez manda el pueblo!, ¡Viva Chávez!, grita el fanático… y en ese momento todos los buhoneros salen corriendo espantados hacia la estación del metro. Alguien dio la señal de alerta. Un par de Policaracas se acerca a bordo de una moto. Todos los buhoneros han recogido sus mercancías y solo se queda atrás una muchacha que con un bebe en brazos, arrastra la bolsa con ropas que vende… La moto con los policías de negro, pasa lentamente, esperando que la gente corra. ¡Viva Chávez no joda!, grita el loco, totalmente ausente de la realidad y el sufrimiento de un pueblo. La gente que pasa no sabe a quien mirar con más desprecio, a los esbirros de la moto, o a los enfermos que no ven el sufrimiento del pueblo.
¿Cada cuántos días se repetirá esta historia en Catia? ¿Cuánta rabia acumulada habrá en mi pueblo?
Dentro de todo, tenemos que entender que los policías, y los fanáticos que no ven lo que pasa a su alrededor, son solo simples fichas de esa infame elite burguesa que se viste de rojo. Son fichas de lo que hoy llaman la boli burguesía chavista. Y aunque el catiense durante mucho tiempo, por desprecio a la vieja elite adeca y copeyana, se negó a aceptar su existencia, hoy todos la reconocen.
Por: Adrian E. Perez
Nos encontramos en este momento, en lo que quizá resulte, el momento más crucial en la historia republicana de Venezuela. El momento en que se exige de todos y cada uno, las decisiones adecuadas y las acciones precisas, que amerita el presente de nuestra bella nación, de cara al futuro. Lo que hagamos o no, hoy, será juzgado por las generaciones venideras de manera cabal…
Tanto en el gobierno, como entre nosotros, se sabe de la gran posibilidad de una derrota de calle, del proyecto improvisado y delictivo, de Hugo Chávez y sus acólitos, en las venideras elecciones de la asamblea nacional; pero la contundencia de este logro, dependerá con mucho, de hablarle a ABSOLUTAMENTE A TODOS LOS SECTORES, de un modelo de gestión de estado, eficiente, transparente y creíble.
Recuerdo en este momento, las palabras de Jesse Ventura, cuando acotó “no estoy aquí para prometer algo, que no pueda cumplir…”, por eso, debemos bajarnos de nuestras comodidades y ver, sentir y palpar, la angustia de aquellos que viajan en metro o buseta, suben escaleras en los barrios, sacan cuenta del alcance de sus miserables salarios, y ven día a día a personas familiares ó conocidas morir victimas de la delincuencia y la indolencia de las autoridades y entes de estado.
Así, con este escrito publico que presento a continuación, finalizó para mí una etapa enriquecedora en la cual sorpresivamente recibí la encomienda de representar como precandidato a diputado, a mis compañeros de Catia, El Junquito y La Pastora… Digo sorpresiva, porque aunque soy un joven político con la sana aspiración de marcar la diferencia, en mis planes no estaba ser precandidato a diputado. Pero he atendido el llamado, y lo he hecho con pasión extrema, ¡como debe ser!… Junto al equipo que me ha dado la responsabilidad de guiarles, hemos demostrado que podemos marcar la diferencia, y en las circunstancias adecuadas, yo u otro figura emergente de esta gran tropa azul de los barrios, estamos en capacidad para encender el fuego de esperanza que modelara el cambio que todos soñamos… Seguidamente el escrito:
Fiel a estas palabras, la gente del oeste me ha convencido de dar un paso al frente. Y estoy convencido que es tiempo de cambiar. Es tiempo de hablar un solo lenguaje, el de las soluciones para todos, y dejar a un lado el de los conflictos que no nos han dejado nada positivo. Si queremos que el país tome un nuevo rumbo, es momento de asumir que el cambio somos todos. En particular es tiempo de tenderle la mano a la gente que creyó en la promesa de Chávez, y que hoy vive el amargo abandono. Ellos son importantes para el cambio, y entendiendo su importante rol, nos hemos embarcado en una gran cruzada para que ellos sepan que somos un autentico nuevo liderazgo proponiendo una verdadera opción de cambio.
Lo que pase en el bastión mas duro del oficialismo, dependerá de nuestra capacidad de mostrar que ¡es tiempo de cambiar! …
Bienvenidos hermanos y hermanas
Venezuela se encuentra en un punto crucial… O damos un rápido cambio de rumbo a la nave patria o terminaremos encallados en el atraso y el subdesarrollo.
Ya hemos dejado pasar demasiadas oportunidades para cambiar. Y eso es algo que lamentamos todos. Pero peor aun, es algo que también lamentaran y nos reprocharan agriamente las futuras generaciones.
¿Cómo explicar que en nuestro tiempo ingresaron al país 4 veces más recursos de los que se utilizaron para reconstruir la infraestructura y economía de todos los países europeos después de 2da guerra mundial, pero que pese a esa avalancha de dinero, hoy estamos peor que hace 11 años atrás y al borde de un desastre nacional?
No tengo que esforzarme por decirles lo mal que estamos como país. Y menos explicarle a la gente de las parroquias Sucre (Catia), La Pastora o El Junquito, cual son sus principales problemas comunitarios. Todos los conocemos…
Lo que si siquiera hacer, es esforzarme al máximo por convencerlos que ¡Es tiempo de cambiar!…
Es tiempo de cambiar, y no tenemos tiempo para la aburrida rutina de preguntarnos ¿Dónde esta el líder del cambio?… ¡Ya basta de seguir esperando por un líder!, porque el cambio no es una persona, el cambio somos todos.
El cambio que todos soñamos comienza, porque usted comprenda que «si no hay lideres, entonces debe usted mismo ser un líder».
El cambio esta en comprender que unidos los comunes, podemos hacer realidad sueños imposibles. Esta en comprender que el cambio esta en sus manos. Y que no debemos tener ningún tipo de vergüenza para proponerse como líder.
Luego de decirles esto, les invito a que promovamos el cambio… ¡Ayúdame a promover el cambio que todos soñamos!
“La política no es ni mala, ni buena, malos o buenos son los que la hacen…”
Venezuela es un país con arraigada tradición democrática, pero en las últimas décadas, el fenómeno de antipolítica como desmotivador de la participación ciudadana, ha causado estragos a su democracia. Según el “decálogo” de la antipolítica venezolana, la gente buena no debe participar en actividades políticas, porque “todo lo que tiene que ver con política es malo”, “todos los políticos son gente mentirosa o malvada”, y “convertirse en un político es una de las cosas más censurables que le puede ocurrir a una persona”.
Para colmo, la antipolítica venezolana define a cualquier forma de participación ciudadana como “una vaina política”. Así que cuando usted participa en actividades para ayudar a su propia comunidad a realizar cambios que beneficien a todos, según el discurso antipolítico esta incurriendo en “politiquería”. En otras palabras, ¡Son ganas suyas de meterse en peos sin necesidad!… Expuesto de esta manera, el discurso de la antipolítica suena evidente absurdo, puesto que todos sabemos que la participación ciudadana es el aliento que le da vida a la democracia. Pero aunque nos parezca absurdo, lamentablemente, nuestra baja participación ciudadana en los espacios políticos, es una cruda realidad.
● Parte de lo aprendido en estos años terribles, es que abandonar espacios de luchas, pese a lo difícil del escenario, tiene consecuencias nefastas. Uno de estos espacios abandonado es: la política.
● A lo largo de estos últimos años, hemos sido espectadores silenciosos del acontecer político nacional. Además de votar, la única participación política que la mayoría ha tenido, es chismosear con los vecinos o compañeros de trabajo, lo que los políticos hacen.
● Aunque cada uno de nosotros ha tenido sus razones para permanecer en silencio, ha llegado el tiempo en que debemos participar activamente, en lo que nos afectara irremediablemente, tarde o temprano.
● Si creemos que nuestros políticos tradicionales “son más peligrosos que mono con hojilla”, entonces debemos preguntarnos ¿quienes le dieron hojillas a esos animales?
● Podrá parecerte simpática la comparación, pero la verdad es que todos somos responsables que esos ineptos estén picando al país, en pedacitos.
● Si las personas buenas no ocupan los espacios políticos, te aseguro que los malos lo harán. Por eso te invito a que ocupemos todos los espacios posibles.
● El país necesita nuevos líderes, que hagan una nueva política. ¿Por que te da miedo reconocer que uno de esos nuevos líderes eres tu?
● Únete a la política de la razón