La siguiente es una agradable critica del Ernesto García Moraga, mexicano cronista de la ciudad de Acapulco, y dos veces Premio Nacional de Periodismo de México. Aunque jocosa su crítica deja ver, como debe ser un buen diputado.
Decálogo de un buen diputado
Lecciones cívicas para “primerizos”
I. Los diputados son los representantes del pueblo (No se la deben al “padrino”, al compadre ni a los amigotes).
II. Al representar al pueblo, tienen el compromiso ético, moral y cívico de defenderlo aún contra los otros dos poderes.
III. El voto del pueblo los lleva a la diputación (y no el “padrino”, el compadre o los amigotes)
IV. El ciudadano que votó por su diputado espera que éste proteja sus derechos y sea una persona accesible, dedicada y con una oficina (o su casa) donde poder acudir a verlo para exponerle sus demandas (Y no convertirse en –el o la- hombre invisible que desaparece después de la votación y lo vuelve uno a encontrar después de su “período”).
V. El diputado promoverá leyes justas para todos y bloqueará y luchará contra decretos “al vapor” aún contra los otros poderes (no aplaudirá devaluaciones, ni a Goyo Cárdenas y evaluará los informes con rectitud y justicia).
VI. Aunque al diputado lo haya apoyado un partido, está al servicio de la comunidad que representa.
VII. Por la “particular” forma de democracia que se ejercita en nuestro país (las diputaciones “caen del cielo”) un buen diputado tiene que ganar en las elecciones y después ganarse al pueblo (aunque lo ideal sería ganarse al pueblo y con él ganar las elecciones).
VIII. El buen diputado se debe al pueblo y no se presta a ser “pelele”, “fantoche” o “levanta-dedo” a turbias maniobras, componendas, “enjuagues”, trafiques, extorsiones y chantajes (y no como… ¡mejor ni digo!)
IX. El diputado durante su servicio, visitará su distrito de forma incansable, ofreciendo sus servicios, su mediación y protegerá a sus representados ante todas las autoridades de ese distrito (Ya casi no puedo escribir… me estoy muriendo de risa…!)
X. El buen diputado refutará y protestará aún contra el Jefe del Ejecutivo si algún decreto o Ley es lesivo a los intereses de sus representados (Perdóneme queridos lectores…. éste último chiste me ahogó a carcajadas).
Ernesto García Moraga